Sorry, you need to enable JavaScript to visit this website.
Pasar al contenido principal
purina-brand-por-que-no-es-bueno-dejar-salir-a-los-gatos-banner-desktop.png

¿Por qué no es bueno dejar salir a los gatos?

28 de Octubre 2022 ·

Por su naturaleza, los gatos son exploradores y debido a su instinto depredador les gusta observar el mundo a su alrededor para encontrarse ya sea con un ratón del campo o con una simple bola de plumas para cazar o, al menos, para jugar a cazar. Muchos dueños creen que para hacerlos sentir mejor y mantener vivos los instintos de su mascota deben dejarla salir de casa, pero esto no es la mejor recomendación que hacen los expertos. Aquí te decimos por qué.

Empecemos con el dato más revelador: un gato que se mantiene en el interior tiene una esperanza de vida promedio de 15 a 17 años, mientras que un gato del exterior tan sólo alcanza una expectativa de 2 a 5 años de vida.

¿Cuál es la diferencia entre gatos de interior y gatos de exterior?

Después de su origen y vida salvaje, desde su domesticación hace miles de años los gatos han encontrado en la compañía de los humanos una vida tranquila y sin mayores riesgos, claro, siempre y cuando cuenten con dueños responsables. Aunque también hay gatos que no han tenido la misma fortuna y llevan una vida callejera, estando expuestos a situaciones de extremo peligro como ser arrollados por un vehículo, estar en contacto con parásitos y toxinas que los pueden enfermar, así como agresiones por parte de otros animales o de los mismos humanos. De ahí la brecha tan grande entre los años de expectativa de vida.

Algunas de las enfermedades que pueden adquirir los gatos estando en contacto continuo con el exterior son de extrema mortalidad: el Virus de Inmunodeficiencia Felina (VIF o FIV, por sus siglas en inglés), que es el símil del VIH (Virus de Inmunodeficiencia Humana) y Sida (síndrome de inmunodeficiencia adquirida) en humanos, es una enfermedad mortal altamente contagiosa y para la cual no existe vacuna; otra es la rabia, que aunque se puede prevenir con las vacunas adecuadas, si un gato no cuenta con ellas, adquirir rabia lleva a la muerte inminentemente. Conoce más sobre la rabia con la nota: ¿También existe la rabia en gatos?

Además, podemos mencionar:

  • Leucemia felina.
  • Peritonitis infecciosa felina.
  • Moquillo felino.
  • Pulgas y garrapatas.
  • Lombrices intestinales.
  • Infecciones por hongos.

Y no sólo eso, sino que los gatos también pueden ser portadores de enfermedades contagiosas hacia los humanos. Así que, se debe reconsiderar permitir a un gato hogareño si debe salir de casa o no.

purina-brand-por-que-no-es-bueno-dejar-salir-a-los-gatos-0.png

No siempre es fácil mantener a un gato en interior

Muchos dueños eligen adoptar a un no tan afortunado gato que sufrió abandono, se perdió o simplemente nació en las calles. En estos casos, es complicado mantener siempre a este tipo de gatos “encerrados”, pues su experiencia de vida está habituada al exterior. Si en estos casos el dueño mantiene una estricta postura de no salir, el gato podría manifestar su descontento a través de rasguños a puertas y muebles, maullidos constantes o hacer sus necesidades en otros lugares que no sean los designados, entre otras conductas fuera de lo usual.

Tú tienes la decisión final

Como dueño responsable debes de elegir:

  1. Mantener a tu gato en interior estimulándolo constantemente para que no sufra ansiedad, aburrimiento o incluso obesidad, por medio de juegos y accesorios como rascadores dedicados para mantener activos sus instintos y condición física.
  2. Permitir que tu gato tenga contacto con el exterior con tu supervisión y control. Puede ser por medio de una reja en el jardín o con correas, collares y/o pecheras especiales para gatos. Esto sabiendo de todos los riesgos que conlleva.

Además de ésta, cada una de las decisiones que tomes para tu gato harán la diferencia en su vida, y en la tuya, pensando siempre en que sean para bien. En Purina creemos que cuando las mascotas y las personas se unen la vida es mejor.

Siguiente artículo:

Temporada de invierno: cómo cuidar a un perro y a un gato del frío